El 23
de abril de 1947, María de Jesús Cuéllar donó,
en
calidad de diezmo, al sacerdote de Sandovales,
Jorge
Carrillo, 49 hectáreas con el fin de que fueran
vendidas
y con el dinero que se juntara se construyera
la
parroquia.
Se cree que era otra pillería de Reynoso Femat
APAGAN EL FUEGO DE
EL LLANO EN LLAMAS
PJE sentencia “fraude procesal” en Sandovales
Javier Rodríguez Lozano
Reportero de Investigación
AGUASCALIENTES,
Ags., viernes 5 de junio de 2015.- El Supremo Tribunal de Justicia del Estado “apagó”
el fuego de El Llano en llamas, que
amenazaba con un levantamiento violento, en contra de “alguien muy poderoso”, que
hacía decir a otro “yo soy el dueño de Sandovales”, que quería despojar de sus
casas a casi todo el poblado.
Este
viernes el máximo tribunal sentenció “fraude procesal” y llegó la justicia. ¿Y
qué significa esto? Que más de 50 familias que estaban amenazadas con perder
sus casas podrán dormir tranquilas y en paz, su pesadilla ha terminado.
Pero
¿qué es esto de “fraude procesal”? Es una sentencia emitida hoy mismo por los
magistrados Juan García Rojas y María del Carmen Viguerías Guzmán, en contra de
la sentencia dictada por la jueza Sexta Mercantil, Verónica Padilla García, que
hacía “dueño de Sandovales” a J. Cruz García Ramires (con s) y contra el
notario Moisés Rodríguez Santillán, que validara un manuscrito como escritura.
Barruntos de
violencia
Este
reportero destapó el asunto, en La
Jornada Aguascalientes, donde el martes 12 de marzo de 2013, escribió: “La
propiedad en el pueblo de Sandovales no está clara y por eso no se hace obra
pública´, explicó José Luis Valdivia López, secretario de Obras Públicas del
municipio de El Llano, a los habitantes de un pueblo ´suspendido en el tiempo,
avejentado y esclerótico´, por las pillerías de un fontanero que quiere
apoderarse de los terrenos”.
Ya
desde entonces había barruntos de violencia, la gente estaba desesperada y
amenazaba con armarse para defender sus propiedades. Decíamos en aquella misma
nota:
“Entre
las familias afectadas hay algunas que piensan defender hasta lo último el
patrimonio del cual quieren despojarlas, por el solo hecho de que alguien, hace
algunos años, no supo hacer las cosas para acreditar la propiedad de 49 hectáreas,
de la cual un hábil fontanero –J. Cruz García- se adueñó mediante engaños,
incluso mintió al mismo Poder Judicial, donde se han amontonado los juicios de
ese embrollado asunto”.
Historia de una
infamia
Todo
empezó cuando el hacendado José A. Cuéllar, ante el notario público Manuel
Ballesteros, heredó en febrero de 1924 a su hija María de Jesús Cuéllar, 485
hectáreas ubicadas entre San Francisco de los Viveros y Sandovales.
El
23 de abril de 1947, María de Jesús Cuéllar donó, en calidad de diezmo, al sacerdote
de Sandovales, Jorge Carrillo, 49 hectáreas, con el fin de que fueran vendidas
y con el dinero que se juntara se construyera la parroquia.
Como
el cura Carrillo no podía comercializar personalmente esos terrenos, porque la
ley se le impedía, comisionó a su sacristán Genaro Esparza de la Rosa, a que
las vendiera.
Se ofrece ahijado
al padrino
Don
Genaro había vendido unas 26 de aquellas 49 hectáreas, de las cuales muchos
compradores no las habían pagado totalmente y adeudaban saldos. Esparza de la
Rosa envejeció y disminuía su energía para cobrar.
Al
ver su ahijado –J. Cruz García Ramíres (así está escrito en su acta de
nacimiento- se ofreció para ayudarle a cobrar y a vender las otras casi 23
hectáreas. Don Genaro se resistía pero terminó por ceder y el 23 de mayo de
2006, le otorgó un “poder general” escrito en una hoja de cuaderno.
J.
Cruz le dijo a su padrino Genaro que le iba a ayudar a cobrar, pero a los
deudores les dijo otra cosa; que como no tenían escrituras él les iba a ayudar
a escriturar, pero tenían que pagarle a él.
Demandó a su
padrino difunto
En
febrero de 2007 don Genaro presuntamente vendió a su ahijado Cruz 22.949 hectáreas,
después de un levantamiento topográfico en la Dirección General de Catastro del
Estado.
Con
el “poder general”, firmado por don Genaro, a bordo de un taxi y hasta donde
acudió el notario Moisés Rodríguez Santillán a que se lo firmara, J. Cruz García
promovería en 2012 ante el Juzgado Sexto de lo Civil (hoy Mercantil), una
demanda contra su padrino Esparza de la Rosa, en forma por demás dolosa y
fraudulenta.
Esto
es el corazón de la sentencia de “fraude procesal” que describimos.
Cruz
ya sabía que su padrino don Genaro había fallecido el 5 de febrero de 2009 y en
2012 lo demandó a sabiendas de que no se presentaría a las audiencias. La jueza
Verónica Padilla García, efectivamente, sentenció al declarar a Genaro Esparza
de la Rosa “en rebeldía”.
País del “no pasa
nada”
Este
reportero dio cuenta, detallada y puntualmente, de toda esta historia de
infamia, desde marzo de 2013, ¿y qué pasó? No pasó nada.
Agotada
la esperanza de que interviniera el gobernador Carlos Lozano de la Torre, donde
el secretario de Gobierno, Sergio Reynoso Talamantes había sostenido que “el
problema se resolvería en los tribunales”, pero en favor de J. Cruz; de marchas
en la Plaza de Armas y en el poblado mismo, frente a la Procuraduría General de
Justicia y en el mismo Supremo Tribunal de Justicia, los quejosos se decantaron
por otra opción: Hablar con el Presidente de la República.
El
entonces procurador general de Justicia del Estado, Felipe Muñoz Vázquez –hoy,
subprocurador especializado en Delincuencia Organizada de la PGR- había atendido
al grupo de vecinos de Sandovales –Manuel Herrera, Humberto Aguilera, Juan
Pasillas, Celestino Hernández Rivera- y les recibió los escritos que le
llevaron
El Llano en llamas
En
otro momento, el procurador Muñoz Vázquez visitaría a los vecinos en Sandovales
y de plano les diría: “Hay alguien muy poderoso que no quiere que este asunto
se resuelva”.
¿Y
quién podría ser ese “alguien muy poderoso”?, se preguntaban los vecinos. En
mesa grande, con todo el expediente demenuzado y trazando una suerte de “ruta
crítica”, llegaron a una conclusión: “Es Luis Armando Reynoso Femat, por lo del
notario y otros indicios”, dijeron.
Eso
fue hace pocos meses antes de la partida de Felipe Muñoz a la PGR, pero se
llevó el expediente –como se llevó otros, también calientes, de Aguascalientes-
y a raíz de aquella reunión entre procurador y vecinos fue que cambio la
estrategia de lucha.
Del rancho a la
capital
Hace
unos días, la gente de Sandovales le fue a decir al Presidente de la República que
El Llano estaba en llamas y que habría violencia si no los escuchaba.
La
procuradora General de la República, Arely Gómez, los recibió y les escuchó
pacientemente; revisó la documentación, leyó las últimas hojas de las
resoluciones, al fin abogada, observó las fotos de Sandovales.
Adolorida
por un golpe en la rodilla que se acaba de dar, poco antes de llegar a su
reunión con los de Sandovales, y después de escucharlos y meditar unos
instantes, les dijo: “Yo no sé cómo les voy a ayudar, pero les voy a ayudar”.
La
gente se vino a Aguascalientes muy impresionada con el trato de la procuradora
Gómez González.
Sentencian García
Rojas y Viguerías
Y
no pasaron muchos días para que aquel “Yo no sé cómo les voy ayudar, pero les
voy a ayudar” se materializara. Este viernes, Herrera, Aguilera, Pasillas y
Hernández, se reunieron con los magistrados Juan García Rojas y María del
Carmen Viguerías Guzmán.
Los
magistrados les entregaron la sentencia por “fraude procesal”, ratificando la
anulación de la sentencia emitida por la jueza Sexta Mercantil, Verónica
Padilla García y contra J. Cruz Ramíres y la escrituración de Moisés Rodríguez
Santillán.
COSADEPRENSA.BLOGSPOT.MX documentará en
siguientes publicaciones, la historia completa de esta infamia y el afortunado
arribo de la justicia a Aguascalientes, donde parecía que no la habría nunca.
El Supremo Tribunal de Justicia del Estado “apagó
” el fuego de El
Llano en llamas, que amenazaba
con un levantamiento violento… Sandovales es
la comunidad más poblada del segundo municipio
más pobre de Aguascalientes: El Llano.
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