domingo, 28 de junio de 2015

Cardenal Juan Sandoval Íñiguez
Expulsar del crimen a los demonios
EXORCISMO Y PEDERASTIA
Empieza Iglesia a expiar sus pecados

Javier Rodríguez Lozano

AGUASCALIENTES, Ags., lunes 29 de junio de 2015.- El Vaticano combate a los demonios en México: oficia exorcismos contra el crimen en todas las diócesis del país y después de medio siglo de impunidad, se decide a castigar a clérigos pederastas, émulos de Marcial Maciel.

En absoluto secreto, el 20 de mayo pasado el cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, ofició un magno exorcismo en la catedral de San Luis Potosí, al que siguen otros en todas las diócesis de las 32 entidades federativas de la República, como Aguascalientes.

Y este pasado viernes la policía detuvo en Autlán, Jalisco -a unas horas de que el papa Francisco destituyera al obispo de esa diócesis Gonzalo Galván Castillo, por encubrimiento- al sacerdote Francisco Javier García Rodríguez (60), acusado de violar a una niña de once años.

Dosis de verdad
Un pensador alemán decía: “¿Cuánta dosis de verdad es capaz de soportar el hombre?” Y COSADEPRENSA.BLOGSPOT.MX, se pregunta: “¿Qué está pasando en México?”. Nos sujetaremos con escrúpulo a los hechos.

“¿Qué está pasando en México?” La pregunta rebota cual fina acústica sobre los muros de todo enclave con el poder del conocimiento, pero sin llegar más allá de ninguna parte. Ayotiznapa es un tímido bosquejo de la problemática real.

Todo empezó cuando en 2013, el padre Juan Rivas le reportara al cardenal de Guadalajara, Juan Sandoval Iñiguez, el caso de Ángel, michoacano de 43 años, poseído por cuatro malignidades.

Exorcismos fallidos
El jerarca examinó el caso, hizo intervenir a especialistas y luego de exorcismos fallidos concluyó reconociendo su impotencia. Escribió recomendaciones y envío al cura Rivas y a Ángel al Vaticano, directamente con el papa Francisco.

El Domingo de Pentecostés, del 13 de mayo del citado año, a dos meses de iniciado su pontificado, el papa Francisco pasa revista en la Plaza de San Pedro a una fila de enfermos. Se detiene con Ángel y escucha la explicación del padre Juan.

Ángel, con mirada atónita, siente las manos del Santo Padre sobre su cabeza, parece gritar –hubo quien escuchó el rugido de un león- al tiempo que se arellana, se desliza hacia abajo en su silla de ruedas, como si se disminuyera, se empequeñeciera.

Exorcismo en el Vaticano
La televisión del Vaticano se apresuró a difundir que el papa había realizado un exorcismo en la Plaza de San Pedro. El padre Federico Lombardi, jefe de prensa pontificia, aclara que no fue un exorcismo, sino una liberación espiritual.

Después, allá mismo, el padre Juan llevó a Ángel con el célebre exorcista italiano, Gabrielle Amorth, quien luego de una larga lucha logró expulsar a los cuatro demonios del cuerpo del michoacano.

La proclama de Amorth le ha resultado invencible durante sus 90 años de vida: “¿Tengo miedo de Satanás? Es él quien debe tener miedo de mí: yo trabajo en nombre del Señor del mundo y él es solo el mono de Dios”.

Magno exorcismos
A su regreso a México, el padre Rivas rinde un pormenorizado informe de lo ocurrido al cardenal Sandoval Iñiguez, quien conforme al Código Canónico, con la aprobación papal, se da la tarea de implementar magno exorcismos en todo México.

Roberto O’Farril Corona, periodista religioso, documentó a detalle toda esta cuestión. Escribió: “¿Por qué hubo necesidad de practicar el Magno Exorcismo para México?”

Dice que esa pregunta la ha escuchado mucho desde que el miércoles 20 de mayo, al mediodía, se celebrara este ritual en la catedral de San Luis Potosí, presidido por el cardenal Juan Sandoval y el arzobispo local Jesús Carlos Cabrero Romero, con la participación de exorcistas, sacerdotes, seminaristas y laicos.

Las tres respuestas
Dice hallar O’Farril tres posibles respuestas a aquella pregunta, la primera de los cuales es un antecedente que data del exorcismo ordenado por San Francisco de Asis en 1226 en Arezzo, Italia, que acabó con una gran ola de crímenes.

Y las otras dos respuestas se vinculan con la confesión que el padre Amorth arrancara a uno de los demonios exorcizados, al que preguntara el por qué se habían metido en el cuerpo de Ángel.

“En 1531 nos expulsaron de México (terminados los sacrificios aztecas y ante la aparición en el Tepeyac de la Virgen de Guadalupe) y en 2007 nos volvieron a abrir las puertas (ese año se aprobó el aborto e inició la violencia del crimen organizado)”, diría la malignidad al exorcista Amorth, según O’Farril.

Ángel, por su parte, ya sanado, recuerda que cuando sintió las manos del papa sobre su cabeza, sentía achicarse, hacerse chiquito.

México por momentos difíciles
El 12 de noviembre de 2014, el cardenal Sandoval llamó a los obispos de México y al Presbiterio a consagrar sus comunidades al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María, en un acto de desagravio por la grave ofensa cometida contra Dios y la vida humana.

Diría el de Yahualica: “Nuestra Patria atraviesa por momentos difíciles debido a la corrupción generalizada, con la complicidad de las autoridades con el crimen organizado, que ha crecido en forma alarmante, generando extorsiones, desapariciones y asesinatos”.

El 12 de diciembre siguiente, en la catedral primada metropolitana de la Arquidiócesis de México, en la santa misa, el cardenal Sandoval (exorcizó y) consagró México al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de la Virgen María.

Participó exorcista español
José Alberto Villasana es un prestigiado teólogo, experto conocedor de estas cuestiones; reveló que el conocido exorcista español, padre Antonio Fortea, había venido a México para asesorar la celebración del ritual de San Luis Potosí.

Puntualizó: “Jerarcas consideran que el aborto en la ciudad de México y el culto a la muerte, han provocado una infestación satánica en todo el país, la cual a su vez, ha ocasionado un desbordarse incontenible de la violencia”.

 Otro dato: “Ella no quiere que se sepa”, diría también al padre Amorth la malignidad exorcizada a Ángel en Roma.

En Aguascalientes
El pasado lunes, el obispo de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, consultado durante su conferencia de prensa semanal, confirmaría esa confidencialidad con que la Iglesia Católica asume los magnos exorcismos diocesanos:

“Yo también escuché algo y me metí a la página de información del Episcopado y no aparece nada. No sé ni cuándo fue, ni dónde fue, ni quiénes participaron”.

-Fue el 20 de mayo –Le precisó un reportero.

-¿20 de mayo? Pero no aparece en la página…

-Entrevistaron al cardenal Juan Sandoval Iñiguez y decía que México vivía una situación complicada y por eso se reunieron en San Luis Potosí...

-Hay que verificar.

-¿No lo invitaron?

-No.

Las inquinas del demonio
El presbítero Juan Carlos Quezada Alvardo, vocero de la Diócesis, salió al quite: “La nota que dio Carlos Loret de Mola fue precisamente ésa, que los obispos mexicanos habían hecho un exorcismo, para aplacar las inquinas del demonio”.

Hicieron –agregó- referencia también a la entrevista de Valentina Alazraki al papa, “el papa decía ‘México está pasando por un trance difícil porque se ha posesionado ahí el maligno, porque sí quiso quedarse la Virgen de Guadalupe...”

El obispo De la Torre Martín ponderaría: “Ciertamente, hay que encarar las problemáticas, con entereza y valentía, pero con mucha serenidad y confianza.

“Es el exorcismo el límite, yo no quiero hablar de esto porque fue en San Luis y no sé exactamente qué situación fue la que provocó que el arzobispo haya invitado al cardenal a ese exorcismo. No sé si sea una experiencia que se vaya a extender a otros lados...”

La pederastia
¿Y por qué en San Luis Potosí el magno exorcismo de mayo pasado? Porque ahí, el sacerdote Eduardo Córdova Bautista, abusó sexualmente durante 30 años, de al menos unos cien adolescentes.

Quienes conocen de las leyes espirituales saben que el papa Juan Pablo II quedó a deber, al llevarse a la tumba un pendiente histórico: Los pecados de la Iglesia, por los cuales el papa Francisco pediría perdón al asumir su pontificado.

En México se sabe de esos pecados desde hace más de 70 años, cuando Marcial Maciel fundara en 1941 los Legionarios de Cristo, cuyos abusos sexuales a menores empezaran a documentarse muy pronto.

Denuncias desde 1945
El 18 de mayo de 2010, el reportero de El Zócalo, Manuel Rodríguez Muro, publicó una serie de artículos, en uno de los cuales describe los primeros antecedentes de acusación de pederastia contra Marcial Maciel.

En entrevista con un sobrino del líder de los Legionarios de Cristo –Alejandro Espinoza Delgado, autor del libro El Legionario- cita la denuncia en 1945 de Luis, hijo de “El Señor de la Isla”, quien iría hasta Querétaro, a buscar a quien había ordenado sacerdote a Maciel, el obispo Francisco González Arias. Éste “castigó” al pederasta michoacano con la suspensión ad divinis, que nunca se cumplió.

A los pecados de la Iglesia les pusieron oídos sordos los papas Pío XII (Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli), Paulo VI (Giovanni Battista Enrico Antonio María Montini), Benedicto XVI (Joseph Aloisius Ratzinger) y Juan Pablo II (Karol Wojtyla).

Por eso renunció Ratzinger
Vale acotar que Ratzinger, como jefe de la Congregación de la Doctrina de la Fe, investigaría el expediente de Maciel e intentaría castigarlo pero no lo dejaron, por lo que decidió renunciar al pontificado; al aceptar sucederlo, Jorge Mario Bergoglio impuso su revolucionaria agenda, que implica castigar esos pecados de la Iglesia, que este viernes rompieron con dos mil años de inmovilismo.

El 7 de julio de 2014, ante seis víctimas de Marcial Maciel -tres hombres y tres mujeres de Alemania, Inglaterra e Irlanda- el papa Francisco pediría “perdón humildemente por los pecados y crímenes graves de abusos sexuales cometidos por el clero, así como por los pecados de omisión por parte de líderes de la Iglesia, que no han respondido adecuadamente a las denuncias presentadas”.

El pasado 10 de junio, el papa Francisco creó dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, un tribunal para juzgar a los obispos que encubran la pederastia.

Romper “el silencio cómplice”
El jefe de ese tribunal es Sean O’Malley, integrante del G9 que agrupa a los nueves cardenales más influyentes de la Curia Romana.

Diría entonces Bergoglio: “Todos los obispos deben ejercer su oficio de pastores con sumo cuidado para salvaguardar la protección de menores y rendirán cuentas de esa responsabilidad”.

En febrero de 2012 Ratzinger, en un intento por romper “el silencio cómplice”, haría comparecer en Roma, ante el mundo católico, a Marie Collins, una mujer irlandesa que padeciera de niña los abusos de un sacerdote.

Lombardi definiría este tribunal así: “La nueva sección judicial y su personal se ocuparán también de los procesos penales por abusos de menores y de adultos vulnerables por parte del clero”.

Cesa el Vaticano a obispo encubridor
Este jueves 25 la Santa Sede informó en un comunicado, la dimisión del obispo de  Autlán, Jalisco, Gonzalo Galván Castillo,  de acuerdo al artículo 401.2 del Código de Derecho Canónico, relativo a renuncias anticipadas u “otra causa grave”.

Originario de León, Guanajuato, con 64 años de edad, Galván Castillo asumiría el obispado de Autlán en 2004. Ha sido denunciado ante el Vaticano como encubridor del sacerdote Horacio López, también señalado de pedófilo.

Al día siguiente, el viernes 26 de junio del presente, la policía ministerial de la Fiscalía de Jalisco, aprehendió en Autlán al sacerdote Francisco Javier García Rodríguez, acusado de abusar sexualmente de una niña de once años de edad.

Recibió posada y abusó de ella
La madre de la víctima había denunciado el 23 de abril pasado que en febrero anterior había dado posada al presbítero en su casa y le asignó el mismo cuarto donde dormía la niña, de la cual abusaría el clérigo dos noches consecutivas.

Luego de la denuncia penal y los peritajes correspondientes, un juez giró orden de aprehensión y García Rodríguez se convirtió en el primer sacerdote preso en México por pederastia, en toda la historia, es decir, desde la llegada de la Iglesia a México en 1519.

Hasta ahora hay dos sacerdotes prófugos de la justicia: el potosino Eduardo Córdova y el jalisciense Horacio López, a quien el exobispo Galván encubriera, ante la denuncia de un joven de 24 que dijo haber sido violado a los once años.


Marcial Maciel


Sacerdote Eduardo Córdova Bautista, prófugo
Sacerdote Francisco
Javier García Rodríguez






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